¿Toro bravo? ¿O mamarracho impresentable?

Que la Fiesta está de capa caída, carece de vuelta de hoja. De unos veinte años a esta parte, Toros y Toreros han sido expulsados del espectáculo, la Fiesta ha pasado a ser una atracción de parque temático y la noble crónica taurina, mera crónica de sociedad.

Sí, cierto. Brilla señero José Tomás en el centro del redondel, mas no pasa de fenómeno esporádico.

Una golondrina no hace verano.

Hay que decir, llegados a este punto, que la degradación de la Fiesta no es hecho aislado sino otra muestra de la degradación del país, de la descomposición que corroe una sociedad cada vez más lobotomizada. Se trata de un hecho de la misma clase que el ensimismamiento de su juventud, que el asilvestramiento de la economía o que el papanatismo de sus empresarios (tal vez los más torrucios del planeta). Sí, un suceso del mismo tipo que el meticuloso derribo del sistema educativo por fanáticos, meapilas y chupacirios o que la voladura controlada de un sistema sanitario tenido por ejemplar pero ninguneado por sus beneficiarios y saqueado por los gestores puestos ahí para mejorarlo. O que la miserabilización de una Iglesia Católica entregada a los poderes terrenales (mientras mantiene a Dios secuestrado en las mazmorras de los palacios episcopales). O que el abandono del medio ambiente en boca de todos los capullos ansiosos de tragárselo o que la infantilización de un periodismo devenido en altavoz del señorito.  O que el expolio de instituciones cargadas de simbolismo pero sistemáticamente vaciadas de contenido y expuestas a la befa del vulgo por quienes no anhelan otra cosa que llenar el vacío que dejen esas instituciones una vez desaparecidas definitivamente.

Vamos, que salvo S.M. el Fútbol, necesario narcótico para la masa emputecida y porculizada con saña, todo es peor y aún más feo. Y todavía peor que va a ser.

Es la hora de los los Díaz Ferrán y los Flores del Madrid-Arena, de los Rajoy, las Botellas, los Ruínes Gallardones y las Cospedalas, la hora de la poderosa, entrañable y antigua reacción española, la hora de los Dueños de Todo, de los De Guindos, los Arias Coñete, los Mas y los menos que nada, los Wert. Es la Hora de la Vieja Casta, de esa gentuza ensoberbecida que resultaría inexplicable si no fuera uno capaz de ubicarla con precisión en el contexto del inmenso belén nacional español, donde se agazapa, diseminada entre las matas, oculta como Wally.

O como el Caganer Nacional de Cataluña, con los pantalones bajados y dejándolo todo perdido y maloliente.

Dicho de otro modo, viva la Tradición porque no hay al final nada nuevo bajo el sol

¿Adónde va Wert El Incendiario ahora? Chulo de discoteca, como Romanones en su día o como el gran chisgarabís que fuera don Alejandro Lerroux,  se ha plantado en el centro de la pista y, provocón como acostumbra, se ha reclamado ‘toro bravo’ dando voces destampladas.  Pero se ha quedado en mendrugo nacional en vez de en ‘toro bravo’. ¿Sabrá este señorito gritón qué es eso de un ‘toro bravo’ o lo que era, más bien, cuando había toros bravos? No, no lo sabe. La pregunta es ¿por qué no se va? ¿Por qué nadie lo echa?

Fuera. A la calle.

Más aún ¿qué hace ahí toda esa gente tan paleta y tan sobrada como él? ¿Qué hace esa turbamulta de cantamañanas inanes ocupando el centro del escenario con sus mamarrachadas interesadas? ¿Qué hacen ahí, mintiendo infatuados y empuercándolo todo? ¿Qué hacen metiendo miedo al personal en vez de desvivirse en procura del sacrosanto bienestar de la Patria? Del bienestar de todos, del interés general, no del interesado interés tan poco interesante de siempre, el Interés de la Vieja Casta que más tiene y Todo lo tiene controlado y aún quiere tenerlo más, todo para ella, insaciable Monstrua Come-Galletas.

Y uno se pregunta admirado dónde coño están los Mejores de España, que hay unos cuantos. La crème de la crème. La crema del pensamiento, la crema de la universidad, la economía y la empresa. Y la de la Ética. Los sabios dignos de admiración, audiencia y respeto. Los mejores entre los mejores. Los Líderes dignos, sabios y generosos en la victoria y en la derrota. Los Líderes que podríamos amar ¿donde están?

Pues, probablemente, dando patadas a un balón.

En efecto, sólo en los estadios de fútbol se los ve. Y no. Los españoles tenemos derecho a que nuevos Iniesta, Casillas o Xavi se pongan al frente  también de ámbitos de la vida nacional distintos del fumbolístico. ¿Dónde están los Fernando Alonso de la economía, la gestión, y la diplomacia? ¿Dónde los David Cal y las Marina Alabau de la solidaridad y de la industria? ¿Dónde los Gemma Mengual, Rafas Nadal o hermanos Gassol de la Justicia, la Inversión y la Equidad? ¿Dónde nuestros Pepu Hernández o Vicente Del Bosque? ¿En la RAE? ¿En las cátedras universitarias que investigan, enseñan y callan? ¿En las empresas que funcionan, innovan y salen adelante en silencio pero nunca en los periódicos? ¿En las  despojadas jefaturas y direcciones médicas de la SS?

Probablemente.

Lo malo es que son difíciles de ver -y sus virtudes, de apreciar- si no torean primero.

Y es que las soluciones mágicas no existen.

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6 respuestas a ¿Toro bravo? ¿O mamarracho impresentable?

  1. Siana dijo:

    Me quedo con tu magnífico último párrafo. ¿Recuerdas aquella patente, «Se busca Ronaldo para Fomento»?, proclamaba algo parecido.

    De verdad que necesitaríamos que esos sabios salieran a la luz. Que tomaran las riendas. Ya la gente está que no puede más, y cada día hay movilizaciones. A diario sale un nuevo escándalo a la luz, ves pasear impunes a demasiados hijosputas.

    Algo tiene que cambiar…Necesita cambiar.

    Un abrazo Bow. Muy buena entrada.

  2. Grognard dijo:

    «Algo tiene que cambiar…Necesita cambiar.»
    «De verdad que necesitaríamos que esos sabios salieran a la luz. Que tomaran las riendas.»
    Que cada uno tome las riendas de su montura y que aprenda a cabalgar.

  3. Sisana dijo:

    Yo por mi parte lo estoy haciendo. ¿Pero sirve de algo hacerlo de forma individual y sin buenos «líderes»? No me gusta esa palabra porque implica cosas. Pero parece que es necesaria.

  4. Siana dijo:

    Me respondo a mí misma. A lo mejor sí sirve.

  5. maria dijo:

    Brillante entrada. Suscribo todo lo que dices.
    Saludos.

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